Diario de un Viajero (Día 9) Por los abuelos…

¿Qué tal amigos? Nueva etapa de Camino, difícil para nosotros aunque fácil para los lugareños. Tal vez sea el cansancio acumulado, la dificultad del Camino, la bruma que nos acompañó desde el inicio, o simplemente que no era nuestro día. Lo cierto, es que esta etapa que dedicamos a nuestros abuelos ha sido de lo más complicada.
La niebla opaca nos obligó a mirar nuestro interior desde el principio, en una jornada espiritual; luego, el cansancio hizo el resto. El camino y la mochila te exprimen hasta sacarte la última gota de sudor, y los kilos del equipaje va haciendo mella a medida que vas acumulando kilómetro tras kilómetro.
A estas alturas, después de más de 170 kilómetros, sólo el amor propio y nuestras creencias nos mantienen en la ruta ya que está siendo más duro de lo esperado en un principio. Ahora recuerda uno a aquella señora rubia que tras un mostrador del Camino nos avisó: «Hoy cambiaréis las fabes y sidra por el Ribeiro y el pulpo». En ello estamos, sin duda lo mejor del día que nos ha dejado unas bellísimas instantáneas, como podrán apreciar en este cuaderno de viaje de un peregrino de Salteras.
Por MANÉ PAREDES by Salteras Actualidad
Sin comentarios