Elecciones 26 J: Vuelven a quererme…

Hoy me siento bien. Resulta que he dejado de ser un cero a la izquierda, que soy alguien importante para esos partidos políticos que el resto del tiempo se olvidan de ti, a los que les da igual si soy capaz de llegar a final de mes, si consigo ganar lo suficiente para darle de comer a mi hijo. Sí, porque hay elecciones, y entonces es como si tu perfume provocara a todos y todas a tu paso. Te sonríen más que otras veces, te reclaman, te mandan whats app para tantearte, aconsejarte, o incluso decirte aquello de: «Bueno tú sabrás a quién votas pero ya sabes que si luego necesitas de nosotros»…
La habitual maniobra para ganar, ‘comprar’ o condicionar tu voto, en un día donde vuelven a quererte, a ser de su importancia, justo hasta el momento en el que has arrojado esas papeletas tan ‘valiosas’ dentro de la urna con la que ejerces tu derecho a votar. Derecho que todos tenemos y del que muchas veces te quitan las ganas de llevarlo a cabo.
¿Realmente conseguiremos acabar con toda esta mierda y manipulación que llevan a cabo los políticos españoles? Con esos puestos de trabajos donde te condicionan, con ese cuidado con lo que dices, con quien hablas, y a quien votas. En definitiva, con todo este veneno que vamos acumulando ante unas elecciones de la que tanto hemos oído hablar todos estos meses en los que los que deben regir los intereses de todos los españoles, no han tenido la capacidad de llegar a un acuerdo por el bien de España por encima del suyo propio.
El sillón, o lo que es lo mismo, el poder gusta, atrae, ya sea en el fútbol, en una empresa o en un Gobierno cada vez más tocado aunque aún no hundido. Por parte de los que están y en la misma proporción por aquellos que quieren llegar y que son capaces de donde dije digo, decir Diego. Desde los abrazos de Pedro y Susana, hasta los enfrentamientos y dardos envenenados que se han lanzado uno a uno, sin excepción alguna de ninguno de los que en el día señalado, 26 de junio, piden nuestro voto.
Día de elecciones. ¿Cambiaremos la historia o seguiremos siendo cómplices de estos títeres que quieren ser los protagonistas por encima de los realmente importantes: los españoles. Quizás ha llegado el momento de que mostremos los dientes de una vez por todas.
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