Más cuidado con el botellón

Acabar con el botellón se ha demostrado en numerosas ocasiones que es prácticamente imposible. Los jóvenes se buscan la vida para con sus, en muchos casos limitados recursos, sacar la máxima rentabilidad para beber y ahorrar por el alto precio que en muchos lugares cobran por las copas. Hasta aquí todo bien, cada uno mira por su economía y se busca la vida para poder llevar el fin de semana de la mejor forma posible y llevar al final del mismo con remanente en el bolsillo.
Lo que ya no es comprensible ni tiene ningún pase de favor es la imagen que dejan allá por donde pasan con el botellón. Estas tres fotografías que acompañan esta noticia no son más que un pequeño ejemplo de la otra resaca de ese botellón. La mala imagen que dejan a los jóvenes del mañana, sobre todo teniendo en cuenta que el lugar para reunirse es la zona que está entre el colegio y el polideportivo Rodríguez Amuedo, es penoso.
Botellas notas, con el riesgo de que los niños tras la salida del colegio puedan cortarse con el peligro que ello conlleva, a lo que hay que unir botellas que no se recogen y no se tiran ni a las papeleras ni a los contenedores que para tal efecto tienen a escasos metros de la zona en la que hacen el botellón. Botellas que se dejan en algunos casos, como la de una de las fotos, con alcohol dentro. ¿Se han parado a pensar lo que podrían ocasiones si un niño o niña cogiera esa botella y con la curiosidad que siempre tienen a flor de piel los más pequeños la abriera y bebiera de la misma?
Está muy bien que hagan el botellón, que se busquen la vida, pero piensen en las secuelas que luego dejan. No hace falta partir cristales, ni las botellas para que el alcohol (gran enemigo de la juventud) siente mejor. No hace falta dejar las calles de Salteras sucias y llenas de botellas, de cristales, de vasos tirados por el suelo, bolsas de hielo… empañando de esa forma la imagen de una Salteras siempre limpia con el trabajo que llevan a cabo los operarios encargados de la limpieza diaria.
Es tan fácil como respetar al prójimo, a las calle de tu pueblo. La próxima vez que hagas botellón, ten en cuenta que tú, o un amigo tuyo con los que bebes, puede tener un hijo, un hermano pequeño, un primo, un amiguito de algún familiar que pase por esa calle sucia y llena de cristales con los que puede cortarse, o coger una de las botellas que dejaste junto a la pared del polideportivo y beber de ella con las tristes consecuencias que esto podría ocasionar en el menor.
Si entre todos ponemos un poco de nuestra parte, conseguiremos mucho para todos. Es un mensaje de Salteras Actualidad.
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