Etapa 4: De Pontevedra a Caldas de Reis

Nos levantamos y repetimos el mismo plan de todos los días: recoger las mochilas y dejarlas en recepción para que nos las envíen al siguiente alojamiento, luego café y calentar las piernas para salir a correr la próxima etapa.
Dejamos atrás Pontevedra y nos vamos adentrando en bosques en los que los árboles no dejan pasar la luz, parece que nos va a salir un gnomo entre las raíces.
Nos desviamos un poco para vez las cascadas del Río Barosa, llevan bastante agua y son preciosas. Tras 23 kilómetros llegamos a Caldas de Reis, una ciudad balnearia conocida por sus aguas termales.
Tras comer y descansar, damos un paseo por el pueblo y llevamos a nuestra galga al parque botánico, donde ella sola comienza a correr a gran velocidad. Parece que a ella no le pesan los kilómetros.
Vamos a dormir y mañana tendremos que decidir si correr o andar ya que hay amenaza de lluvia.
Thais
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