Se fue, y lo hizo con la misma humildad que siempre, en silencio, con humildad, sin hacer ruído. Porque Manuel González Martínez, no necesitaba alzar la voz como otros para demostrar su grandeza. Su tremenda humanidad, su solidaridad, no sólo hacía sus vecinos, sino también a la de todo aquel que reclamaba su atención, le hacían una de esas personas que nos enseñan que esto llamado vida merece la pena.

Qué aún hay quien se mueve por el corazón y no por interés, que quien tiene magia no necesita trucos, y Manolo, amigo, vecino, y ante todo persona, era uno de ellos. Por encima de intereses, de ideas políticas, de segundas intenciones… un ejemplo para todos.

Se marcha, pero nos deja su legado, su bondad, su sencillez, siempre em segundo plano y sin querer protagonismo alguno ni salir en la Foto, eso que tanto le costaba incluso cuando se le requerìa. Siempre en el frente de batalla pero sin estar en primera línea a la hora de recoger méritos, faceta que dejaba para otros.

Gracias amigo Manuel, gracias por la herencia que nos dejas, para nosotros, nuestros hijos  y sucesivas generaciones que oirán hablar de Manuel González Martínez, es tu último regalo desinteresado. Se va el político, el vecino, pero perdurará la historia y el recuerdo de Manuel González Martínez, un gran hombre.

Por: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ by SALTERAS ACTUALIDAD