Resulta que ahora sí cuentan conmigo ¡Toca votar!

Resulta que ahora sí cuentan conmigo, que ahora soy interesante, que me tienen en cuenta, que todos me transmiten sus proyecto, sus inquietudes, su confianza, me quieren con ellos, me dicen que es lo mejor, que será mejor para todos.
Ese españolito de a pie, que he sido todos estos años, donde no le he importado, ni yo, ni mis problemas, a nadie (salvando mis seres queridos y allegados) ni mis inquietudes personales y profesionales, mi preocupación por dar de comer a mi hijo, por tener la nevera llena, o medio llena, por poder pagar la luz, el agua… en definitiva, por cumplir con los requisitos mínimos para un ser humano y mis obligaciones como padre y contribuyente, ahora sí cuenta.
Nadie de esos partidos que ahora piden mi voto me preguntaron. Un simple ¿cómo estás? Pero claro, ahora soy importante, bueno yo no, lo es mi voto, ese voto que a todos nos piden, a ti, a mí, y al de más allá porque eso sí les importa. Tus problemas y los míos dan igual, ahora lo que cuenta es esa papeleta, ese voto, ese sobre que hay que meter en las urnas para dilucidar quién será el encargado de llevar las riendas de este país donde el españolito de a pie tan sólo vale cada año que llega el momento de votar, ya sea en unas elecciones municipales, generales, autonómicas…
Ahí si eres importante, ahí sí se acuerdan de uno, del que durante el resto del año ha estado suplicando un puesto de trabajo, una oportunidad, por encima de esa caridad para tener a todos contentos ya sea con un puesto en la limpieza viaria, de edificios, obras públicas, jardinería… ¿No tenemos nada más? ¿Dónde están los años de estudios, preparación? ¿Dónde? ¿Dónde está la valía? Basta de buenas palabras, menos gestos y más hechos.
Pero claro, llegan las elecciones y ahora me escriben Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias… con cartas y publicidades que valen tanto como cualquier minuto de cada uno de los españoles que atraviesa una situación complicada en lo laboral y sueñan con ese puesto de trabajo con el que sobrevivir (que no vivir) a estos tiempos que corren. Un voto una persona, la misma persona que no es atendida de la misma forma que el resto. La misma persona que no tiene las mismas oportunidades. Ya saben aquello de tanto tienes, tanto vales…
Llegan las elecciones y ahora sí cuentas, ahora sí vales lo mismo que el resto,. porque el voto del desempleado tiene la misma validez que el del resto. El poder lo tienes en tu mano, aunque sea el simple instante que dura meter la papeleta en el sobre e introducirla en la urna.
Ojalá, después del próximo domingo, una vez que se hayan celebrado las dichosas elecciones, me llamen de mi Ayuntamiento, de la Junta, del Gobierno… para mostrarme que están ahí, igual que cuando llegan las elecciones. Para demostrarme que las palabras bonitas van acompañadas de esa realidad, la de cada uno de nosotros, que con un poco de cada uno, harían que esto fuera mucho más fácil.
¡Tiempo de votar! ¡Ahora sí les interesamos!
Un vecino: José Miguel Muñoz
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